viernes, 10 de marzo de 2017

10. Aikido 合気道 合氣道

Konnichiwa!
La entrada de hoy tal vez sea una de las más personales ya que se basa en una experiencia de contacto directa que tuve con la cultura japonesa y fue a través del deporte.
Estuve practicando aikido durante seis años en un dojo de Madrid llamado Tai-itsu-kan. Fue una experiencia enriquecedora sin duda y que me ayudó a comprender bastantes cosas sobre la cultura y el carácter japonés (además de enseñarme algunas cosillas sobre el idioma). Creo que el haber practicado aikido ayudó en gran parte a que se desarrollase mi interés por Japón.
El aikido es un arte marcial originado en Japón y desarrollado a partir de 1927 por Ueshiba Morihei a quien los aikidoka llamamos ô-sensei que significa "gran maestro".
Voy a hablar desde mi experiencia personal porque la definición del aikido se encuentra enseguida con solo teclearlo en la barra de búsquedas, de hecho, aquí os dejo un enlace a la entrada de Aikido en Wikipedia.
Literalmente significa "el camino de la energía y la armonía", suena bonito ¿verdad? Pues lo es. Cuando lo practicas tienes que tener en cuenta la posición de todo tu cuerpo porque algo tan sencillo como el colocar bien la postura de la muñeca puede ayudar a liberar al atacado (uke) del agarre del agresor (tori). Atentos, he escrito liberar, no atacar, sí, es cierto que hay que aprender ambas pero los ataques de aikido no son con intención de herir al rival, siempre se para antes de golpearle a unos centímetros del cuerpo y las técnicas en las que se le agarra, no se hace tan fuerte como para hacer daño (lo digo habiendo entrenado con personas tanto menores que yo, como el doble de grandes). En el aikido a diferencia de en otras artes marciales no se trata de derrotar al rival, sino de aprender a controlar tu cuerpo para poder usar tanto tu fuerza como la del rival para defenderte sin herirle y para inmovilizarle.
Imagen relacionada
Resulta satisfactorio ver como cada vez dominas técnicas más complejas, en ocasiones tenía la sensación de que más que estar "luchando" estaba bailando porque los movimientos y la relación entre el cuerpo del tori y del uke acaba siendo extremadamente armónica ya que se trata de predecir los movimientos del rival para conseguir rechazarlo e inmovilizarlo. Me maravillaba ver en las demostraciones o en las explicaciones de las técnicas ver como los dan y el sensei ejecutaban las técnicas era una belleza fiera, veías la coordinación y la seguridad en los ojos de ambos, era difícil de describir.
Resultado de imagen de dan  system
Nosotros realizábamos media hora de entrenamiento y luego una hora de clase y resultaba agotador. En el entrenamiento estirábamos todas las articulaciones del cuerpo y practicábamos tanto las caídas como las técnicas de andar sobre las rodillas seiza y como avanzar con una correcta posición de pies. Todo ello era muy importante para poder ejecutar con corrección y efectividad las técnicas. Además siempre reservábamos una parte de la clase para respirar y meditar que es muy importante para poder controlar el cuerpo y conocerte a ti mismo. Concluíamos con un estiramiento del cuerpo para evitar las agujetas y un saludo a todos los compañeros al sensei y al ô-sensei en señal de respeto. Al inicio de la clase realizábamos uno de inicio y siempre al cambiar de compañero para hacer una técnica y al acabar le saludábamos.  En clase nos colocábamos de izquierda a derecha (mirando desde el sensei que se encuentra mirando hacia los alumnos)en orden de mayor a menor tanto por rango como por edad, el género en aikido resulta irrelevante y las técnicas las realizábamos todos mezclados sin importar el rango (salvo algunas muy difíciles que se aprendían con más nivel ya que se necesitaba mucha más destreza) .El respeto es fundamental. Además al finalizar todos colaborábamos en la limpieza del tatami para que la siguiente clase lo encontrara limpio y listo para entrenar.
Resultado de imagen de seiza
Como conclusión daré un dato curioso, en aikido aunque sigue el método de los cinturones de colores además del de dan y kyu, no se avanza mediante competiciones ni combates ni torneos como en otros deportes, sino que se realiza un examen y hay que hacer determinados cursos y un número concreto de prácticas ya que no se trata de vencer, sino de mejorar.
Es un deporte que aporta mucha paz interior y equilibrio, lo recomiendo muchísimo. Yo no supe tener la paciencia necesaria pero no descarto volver a practicarlo en el futuro.
Jyanne!

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